Para poder hacer responsables a los niños/as de una emoción tan poderosa como el ENFADO debemos enseñarles a reconocerlo y posteriormente gestionarlo.
FASE 1: RECONOCIMIENTO
La primera fase consiste en la identificación de la emoción en uno mismo y en los demás. Sólo cuando el niñ@ es capaz de reconocer el momento en el que aparece el enfado será capaz de evitar las consecuencias negativas . Cuando el niño identifica y expresa "estoy enfadado" puede adoptar una postura activa ante el enfado anticipándose a lo que pueda pasar.
Desde el análisis de esta emoción con ellos, hemos ido aprendiendo a identificarla a través de diversas situaciones y / o ámbitos. Comenzamos viviéndola desde fuera, desde lo que les pasa a los demás para después llegar a nosotros mismos.
Para ello , leímos varios cuentos y nos ayudaron a desgranar qué ocurría en cada situación y cómo eran las reacciones de los personajes.
Entre ellos, trabajamos "Un dinosaurio travieso" , donde se expresa el enfado que sentía Mina por no poder ir de viaje con sus padres.
Pero hay otros muchos como "Vaya Rabieta", el cual os dejo a continuación, y desde el que apreciamos como el personaje siente como poco a poco se va acumulando el enfado en su cuerpo. Cuando ya no aguanta más, el enfado sale de su cuerpo en forma de monstruo que rompe, grita y destruye todo a su paso.
A través de esta historia podemos naturalizar esta emoción convirtiéndola en una emoción normal, que todos sentimos en alguna ocasión, pero que debemos controlar para evitar que el monstruo del enfado "no haga de las suyas".
Todos estos cuentos así como los dibujos que realizaron en relación a sus enfados, nos ayudaron a rellenar nuestro "Bote del Enfado" , con todas aquellas cosas que nos hacían sentir mal y nos enfadaban. Conseguimos a través de ello, identificar cada uno de nuestros enfados y expresarlos sin miedo a los demás.
Además hemos aprendido la canción de Despacio me tranquilizo, desde la cual abarcamos un montón de sensaciones que nos ocurren cuando nos enfadamos y cómo podemos ir calmándonos, una necesidad para poder solucionar o analizar toda situación que nos está preocupando y/o ha generado nuestro enfado.
Esta tranquilidad o sosiego que vamos consiguiendo nos va a dar pie a iniciar una nueva emoción:
LA CALMA
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